viernes, 31 de diciembre de 2010

Se comía el pan de las puertas..


Ella es Bimba,una galguita de un año y medio aproximadamente.
La primera vez que la vi quiso acercarse a mi y me hizo amagos de jugar,así que pensé que sería buena idea soltar a Jara para que jugasen las dos,..pero no,no fue buena idea y la galguita salió corriendo como si Jara se tratase de un monstruo..¡pobre Jara con lo simpática que es!
Volví a verla al dia siguiente y esta vez tuve más cuidado y no solté a mi perruna,estuve acariciando a la galgueta hasta que la vi confiada y le presenté a Jara.
Se vino con nosotras de paseo y estuvieron las dos jugando como si se conocieran de toda la vida,luego le di de comer para que repusiera fuerzas.
Como no tengo donde meterla indefinidamente le hice fotos y la difundí hasta que una familia se enamoró de ella.
Cuando ya teniamos adoptante para ella dejé de verla,(cosa normal,siempre que tenemos familia para el perro que sea nos desaparece..)hasta que una mañana la vi por donde habiamos estado paseando unos dias antes..(nos estaría buscando???),..
La llamé y vino volaaaaaaaaaaando hasta nosotras! nos hizo un recibimiento impresionante,saltando,corriendo...era pa verla!!!
Mientras estaba con ella,agachaitas las tres, pasó el camión de la perrera! uiiii Bimba que te has librao por los pelossss
Los tres personajillos de la perrera se me quedaron mirando a mi y a la galguita,pero yo la abracé como diciendo "esta no me la quitais ni muertaaaa"!!! y pasaron de largo...
Obviamente no podía dejarla más tiempo en la calle,era una señal.
Me la llevé conmigo y de camino a mi casa (la llevaba con correa) oigo a un hombrecillo exclamar: "mira! la que se come el pan de las puertas!!"(si,los vecinos habian llamado a la perrera para que se llevaran a la "chucha comedora de pan"
Yo seguí mi camino como si conmigo no fuera la cosa..
A esta pobre la vi una vez intentando comer del contenedor de los plásticos,porque con los contenedores estos que han puesto de última generación los perros abandonados no pueden ni comer de ahí,ella fue lista y se zampó el pan que el panadero deja todas las mañanas colgado en las puertas de los vecinos..y ¡muy bien que hizo!
Estuvo con nosotros una semanita,cogió peso y todo ( no tenía problemas pa comer..era una trituradora perruna) y por fin se la hicimos llegar a su familia.
Hace poco me escribieron comentándome que están encantados con Bimba,que cada dia está más integrada en la familia y que está estupenda.
Ole por Bimba!

1 comentario:

  1. Felicidades, una historia preciosa, podria convertirse en un cuento para niños, pues esta lleno de ternura y con un final feliz!
    Petit Refugi.

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