El caso de Riddick creo que fue el más especial de todos..
Tardamos un mes en conseguir su confianza.
Cuando Riddick apareció estaba famélico,y se acurrucaba en un trocito de descampado donde se dejaba morir..
Cada vez que nos veia salía huyendo,hasta que se dio cuenta que nos acercábamos a él y no le haciamos daño..
La estrategia era perfecta,lenta,pero perfecta,era tan simple como pasear cerca de él sin mirarlo ni decirle nada hasta que empezó a seguirnos..(pensaría que estábamos "pa llá",y un poco si que lo estamos,es un hecho)
Fue cogiendo peso y se hizo inseparable nuestro,..gracias a nuestros perros él empezó a relajarse y a jugar con ellos con lo que conseguimos tocarlo por primera vez!(fue una alegria enorme,despues de 1 mes detrás de él..)
Justo cuando encontramos acogida para él,nuestros querídisimos (y por qué no decirlo) adorados vecinos llamaron a la perrera cansados de ver a "ese chucho" tumbado en el césped de una plaza al Sol..
Al enterarnos de que se lo había llevado la perrera fuimos a por él rápidamente y no nos lo querían dar,según ellos porque habia un brote de gastroenteritis (vaya excusa mala,si el perro acababa de entrar en la perrera..)y encima querian cobrar 100 eurazos por sacarlo de allí..
Pero como unas lágrimas a tiempo te quitan de mucho papeleo conseguimos sacarlo de allí y se lo enviamos a su casa de acogida de Barcelona,donde estuvo varios meses viviendo con 2 galguitas más y una mujer que lo trataba como un Rey.
Ahora Riddick ya está adoptado y vive en Barcelona,sabemos que es muy feliz y que está viviendo como se merece...
¡Tanto esfuerzo mereció la pena!
Mi Riddick amado :))
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